Continuación de la clase (y entrada) anterior con el tema
que nos convoca esta semana MOVIMIENTO II, en esta oportunidad hicimos una dinámica
que a mí me encantó.
Primero, el grupo curso fue dividido en dos, un grupo
trabajaría fuera de la sala con las máscaras ya confeccionadas y armaría una
especie de presentación, el otro grupo trabajaría dentro de la sala y los
requisitos para ser de ese grupo eran: no tener vergüenza a hacer el ridículo y
ser creativo. Yo estuve en el grupo que hizo el ejercicio dentro del aula, así
que contaré desde esa mirada, ya que obviamente no sé qué ocurrió fuera.
La dinámica no tenía nombre, pero yo la llamaría “IMPROVIZACIÓN
IMPROVIZADAMENTE IMPROVIZADA”.
El grupo dentro de la sala se dividía en dos. El
tema era que la profesora pondrá la música y una pareja de un grupo tendrá que
salir “bailar”, llámese bailar a moverse aleatoriamente, o en alguna
coreografía o unos pasos determinados, en si era moverse. Cuando llegaran al
centro de la sala y en un momento que ellos decidieran debería quedarse quietos
y petrificados como una estatua, es ahí el turno de otra pareja a salir a
bailar, ellos deben tocar a sus compañeros ya petrificados y los cuadro deben
comenzar a bailar y moverse armoniosamente al rito y tiempo de la música y, de
nuevo, en un momento en que ellos decidan, deben parar y quedarse los cuatro
petrificados en la alguna posición. La actividad continua hasta que todo el
grupo está en el centro moviéndose, todos tocándose unos a otros y sacudiéndose
como una masa homogénea a eso la profe le llamó la MÁQUINA. En ese momento la
profesora Erna (el nombre de la profesora) nos indica que empecemos a hacer
sonido de máquina y parecerá que todos estuviéramos conectados por que cada uno
de los integrantes de la “máquina” sabía qué hacer, y esos sonidos los combinábamos
con el movimiento uniforme y parecíamos una real máquina conectada que
funcionaba homogéneamente. La “ceremonia” terminó con una tela color púrpura cubriéndonos
completamente y con aplausos del otro grupo.
"LA MÁQUINA" |
Cuando tuve la oportunidad de ver al otro grupo haciéndolo fue
algo maravilloso, el hecho de ver cómo se van conectando a través de toques, de
la música, del ritmo y de el movimiento es impresionante. Según mi punto de
vista y a modo de opinión muy personal, esta clase de este ramo fue la que más
me ha gustado y debo admitir que justamente fue la clase en la que tenía las
menores expectativas.
Luego fue turno de ver la presentación del grupo de las
máscaras. Su actividad fue hermosa, al igual que la de nosotros, no compartíamos
las mismas acciones, sino que ellos hacía como una historia de cómo las mascarás
los transformaba, fue lindo, inspirador y revelador.
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