domingo, 12 de mayo de 2013

MUEVETE!

Para variar en una clase de estrategias de intervención uno llega con una idea de lo que puede tratar la clase, en este caso MOVIMINETO I, de inmediato pensé en baile, coreografía o algo parecido, pero no fue tan así, sino que fue más sobre expresión corporal y no verbal.
Todos, o al menos la mayoría, descalzos siguiendo las instrucciones de la profesora, la cual se ubicó sobre una silla con sus dos zapatos en las manos, un zapato en cada mano.

Instrucción 1: ponerse en parejas y claramente fui con mi amiguiTO Felipe CeballiTOs, cada uno de los integrantes de la pareja era uno de los zapatos que sostenía la profesora. Debíamos seguir e “igualar” el movimiento de los zapatos. Tuvimos que hacer acciones tales como: saltar, rodar en el piso de la sala, correr, rotar, trasladarnos, sacudirnos, chocar entre nosotros. Fue muy divertido.


Instrucción 2: Caminar sin rumbo definido por toda la sala, ocupar rincones e ir de un lado a otro  atravesando el aula, tratando de no chocar con los compañeros y además hacerlo en silencio. La gracia de esta actividad era usarla como método de relajación y como actividad intermedia para bajar las revoluciones del ejercicio anterior y poder, así, pasar de manera tranquila al siguiente ejercicio
.
Instrucción 3: Saludar a los compañeros con los que te ibas encontrando, pero sin utilizar la voz ni gestos muy expresivos, SOLO UTILIZANDO LA MIRADA. La profe utilizó la premisa: “Los ojos son la verdadera puerta al alma”, es por eso que utilizamos varias forma de saludarnos: de la mano, tocándonos las orejas, abrazándonos, sacudiéndonos unos a otros, tomándonos de los brazos. Pero nunca utilizando la voz, ya que lo importante en ese momento era LA MIRADA Y EL LENGUAJE NO VERBAL.

REPETIR INSTRUCCIÓN 2

Instrucción 4: Volver a juntarse en parejas (nuevamente con Felipito), pero esta vez dándose la espalda el uno al otro, y estas debían estar en contacto. Aquí comenzó una experiencia muy enriquecedora en la que se podía notar una comunicación no verbal marcada. Debíamos hacernos masajes pero con nuestras espaldas, había detalles de la fuerza y la suavidad con que se movía y la rapidez y la intensidad con que se realizaba el “masaje”. Finalmente llegó un momento de mayor relajación en donde tuvimos que juntar nuestros cuellos y sentíamos esa relajación y sensación de bienestar máximo. Para terminar la clase hicimos una relajación en el suelo tipo yoga. 


Este tema del MOVIMIENTO no está concluso, ya que la siguiente clase toca MOVIMIENTO II.

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